A NORA
Cuando
llega la Vida
y
compite en colores con la aurora
y
despierta pasiones
y forma
remolinos en el aire
como
el ave que celebra el día,
la
poesía calla por inútil
y
los malos se ocultan en la sombra
para
no despertarla,
para
no oscurecer su pecho de cristal.
Y
ella, llena de gracia,
ignora
todavía que ha llegado,
envuelta
entre las plumas de universos felices,
de
esos mundos sin tiempo que no inquietan,
que
no esperan ni añoran ni deploran,
que
viven un presente sin peligros.
Cuando
llega la Vida
el
sol se pone sus mejores galas
y da
la bienvenida a la pequeña Nora.