EL FIN DEL MUNDO

Soy de un mundo que clama en el destierro,

buscando la semilla de su origen,

la vuelta al resplandor, a la clara evidencia,

el regreso al hogar de aquel que fue expulsado.

 

Soy de un mundo perdido en nebulosas,  

en caminos cerrados de vuelta a la inconsciencia,

un mundo de cadáveres, que igual que marionetas,

se desplazan movidos por unos pocos hilos,

y cantan y proclaman que están vivos,

ignorando el hedor que lanzan a su paso.

 

La vil inteligencia de mi especie

ha teñido de gris el rosicler del alba

e igual que aquel flautista de mi infantil recuerdo

extirpa la inocencia de la faz de la tierra.

 

Sin duda es que ha llegado el fin del mundo.

¿Por qué el ave ignorante prosigue con sus trinos?

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario