LA CONJURA DE LOS SABIOS. (Reeditada. Ya a la venta en todas las librerías.)



 

UNA RESEÑA DE "LA DANZA DEL ESPÍRITU"



 https://anikaentrelibros.com/la-danza-del-espiritu


 EL AMOR ELIMINA LAS BARRERAS QUE SEPARAN LOS DISTINTOS UNIVERSOS.

A LA VENTA EN TODAS LAS LIBRERÍAS.

LOS SEPULCROS SE ABRIERON



Hay cunetas ahítas de memoria
en caminos que llevan al olvido.
Y hay vientos que susurran en los árboles
homicidios, traiciones, juramentos.
Se ofrecen en manojos de flores arrancadas
de la vida, aquellos que no están,
que en desbandada huyeron cual pájaros del hielo.

Perdida en el recuerdo,
creíste de verdad lo que contaban,
aunque alzaras la voz y las promesas
hechas para ti misma.
No me van a vencer, gritabas convencida.
Y los días volaron, hojas secas de otoño,
hasta el fondo del alma adolescente.
Y viste la mentira,
y atronaron los gritos,
los sepulcros se abrieron en cadena
y en todos palpitó una realidad resucitada.  


 





SECRETA VISITANTE


         Secreta visitante, oculta entre las alas de la noche,

          las saetas doradas se colocan y anuncian tu llegada.

No conozco tu rostro y ya es eterno,

no he oído tu voz y entona el más armónico aleluya,

tu sonrisa es un arco de delicias

y tus brazos abarcan todo el orbe desde un lecho de plata.

 

Tu aroma de inocencia inunda los rincones del abuso

y las torres repletas de cálculos mohosos

se deshacen por las alcantarillas polvorientas.

Los negros ascensores,

que descienden veloces al fondo del averno,

 sepultan a las sierpes y parásitos bípedos.

Depósitos de odio explotan en burbujas

y circulan por la fraterna senda del cariño

que borra de impurezas los confines del tiempo.

 

Va saliendo la aurora que anuncia un nuevo día.

Yo sé que Ellas te guardan.

 

 


 

POESÍA ERAS TÚ

 

Poesía eras tú, que diría el rapsoda.

Deslumbrabas las dunas con tus ojos,

alfombrando de flores el desierto

al ritmo de tus pasos.

 

Poesía eras tú,

y la belleza te acogió en su seno

coronándote un alba permanente

y un concierto de crótalos.

Era tanto el fulgor de tu persona

que volviste temprano

al reino de los dioses.

 

Y mi alma no cesa de buscarte.

Sin descanso, famélica, arañando el recuerdo,

voy de la encina vieja a los ojos tempranos

que ciegan con su luz cargada de esperanza.

No conociste el odio y te raptó la luna.

Yo pago tu rescate acumulando lágrimas.

 LAS SIN PENDIENTES   

    Los arquetipos femeninos de mi infancia son mis abuelas. La materna, enfrascada siempre en la lectura de novelas de amor, quizá para neutralizar el recuerdo de un matrimonio por demás lamentable. La abuela paterna, analfabeta, luchadora e ignorante de la fuerza titánica que guardaba en su interior, mujer condenada a abrirse camino en la vida en solitario. 

   A las mujeres nos marcan nada más nacer. Hacen agujeros en los lóbulos de nuestras orejas, por otra parte una costumbre bastante bárbara. A los dieciséis años prescindí de los pendientes y cuando nació mi hija me negué a taladrarle la tierna piel, a pesar de las recomendaciones de familiares femeninas. Ahora, hombres y mujeres se agujerean el cuerpo alegremente y nadie les obliga, es solo una opción estética.

     Nunca pensé que mi decisión de prescindir de los pendientes tuviese un trasfondo feminista, pero el otro día tuve ocasión de ver un documental sobre las "Sin Sombrero" y comprendí que a veces nuestro inconsciente va más lejos que nuestra propia realidad.

 

 

LA PAZ Y LA PALABRA




 La guerra es el negocio de los seres minúsculos,

de las mentes tullidas por metales abyectos.

La guerra es la derrota de intereses mezquinos,

de oscuros personajes que jamás conocieron

la esperanza.

 

¿Dónde quedó la paz desarbolada?

¿Por qué no desenreda la palabra

el ovillo de Ariadna?

¿Dónde aguarda escondido el nuevo hombre?

¿Qué vientre luminoso lo ha parido?

 

Mas mi dios interior sigue mudo, distante.

No sabe contestar o se niega a calmar

mi intriga impertinente.

Y yo imito al rapsoda,  

que clama en un desierto

 de arenas infectadas por las voces del odio,

y exijo sin descanso la paz y la palabra.

 

 

 

 




LA BÚSQUEDA





Famélica, mi alma, 

te busca sin descanso

desde la encina vieja 

a los ojos tempranos

que ciegan con su luz 

cargada de esperanza.

DIÁLOGO PARA TIEMPOS OSCUROS




-Estoy totalmente en contra de la "paguita". Es una adormidera que ayudará a que la gente se acomode y no trabaje. Cosas del gobierno socialcomunista.
-Me parece difícil "acomodarse" con menos de 500 euros al mes.
-Es gente sin estímulos, que se arreglan con poco. Propongo que los que reciban la "paguita" hagan trabajos para la comunidad o recojan fruta y esas cosas.
-Me parece más justo que esos trabajos se hagan con sueldos dignos.
-Vale, pues entonces fuera "paguitas". Ya está bien de comunistas y bolivarianos.
-El problema es que sin esas "paguitas", como tú las llamas, crecerá la delincuencia, podrán entrar en tu casa a rebanarte el pescuezo y llevarse lo que puedan. La gente no va a quedarse sin comer. Se convertirá en un país sin ley. Como Méjico, por ejemplo.
-Eso no tiene porqué ocurrir. Se aumentan los funcionarios policiales y si hace falta se mete al ejército.
-¿Propones un estado policial, suprimir las libertades y la libre circulación de los ciudadanos?
-¿Por qué no?
-Supongo que además estarás en contra de los antifascistas.
-Sí, claro. 
-¿Quizá es que eres fascista?
-No me gustan las etiquetas.


EL ENGAÑO


 

       Ayer por la mañana tuve una de esas sensaciones, no demasiado raras en mí, en que la visión de la unidad se manifiesta claramente. Me vi niña y adulta a la vez, burlando la secuencia del tiempo.  Luego, por la noche, vi unos capítulos de la serie DARK. Nadie me había hablado de ella ni sabía de qué trataba. Y hablaba de lo mismo: de un tiempo simultáneo donde pasado, presente y futuro fluyen a la vez. Y comprendí que es nuestra mente la que elabora la trampa: Recordamos el pasado y olvidamos el futuro. 
         
         Si supiésemos lo que va a ocurrir, la vida perdería todo su sentido.

Y YO SEGUÍ APLAUDIENDO



Aplaudí vehemente sin saber que la muerte
se ocultaba tras telas de colores,
mientras que junto a mí brujuleaban
mil súcubos e íncubos ocultos por caretas de sonrisas.

Aplaudí vehemente queriendo con el ruido
despertar las conciencias,
sin comprender que solo era posible variar el mañana
si millones de manos acompañan tus palmas.

Y casi sin notarlo
paseé entre las tumbas y conté los difuntos,
que marchaban deprisa para coger su sitio
en las rebajas de grandes almacenes.
Cubiertos de ceniza, se atropellaron torpes en la entrada
 perdiendo los cerebros y alguno de sus miembros.

Y yo seguí aplaudiendo vehemente.
Y casi sin notarlo dejé de recordar el futuro
y la existencia se me antojó digna de ser vivida.



(De mi novela, aún inédita, "La Danza del Espíritu")



"Para que funcione el sistema que nos han impuesto, es necesario que las personas dejen de pensar de forma coherente. Es una enfermedad que viaja de una generación a otra. Si la gente recuperara la coherencia, no podría aceptar lo inaceptable."