LA VOZ DE
TODO UN PUEBLO
Recorrí los
caminos de mi tierra
hollando con
mis pasos sin saberlo
tantas
vidas hundidas en el barro.
Tanto
dolor, humillaciones tantas,
tanta
sangre vertida,
tanto
silencio impuesto.
Y al oído
los muertos me dijeron
que la aciaga
victoria
fue mucho
más amarga que las bombas,
más
despiadada y cruel que la contienda.
Los
llamaron rebeldes
aquellos
que acallaban con las armas
la voz de
todo un pueblo.
Intentaron
ahogar el pensamiento
enterrándolo
bajo la tierra yerma
sin saber
que hay clamores que levantan al viento
mil voces que
creyeron silenciadas.
Y los
muertos gritaron al unísono
que hay que
volver la vista a la memoria,
honrar a
los caídos y olvidados,
masacrados
con furia incomprensible
solo por
defender la ley y la justicia,
que hay que
escuchar después de tantos años
la voz de
todo un pueblo.
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