IDENTIDAD
Yo sé que muy adentro,
en ese centro oscuro de mí misma,
está esa identidad que se me escapa
como agua entre los dedos de la mano.
Lo sé porque aquel día,
en medio de un suspiro de nostalgia,
llegó de luz, vestido fulgurante,
el añorado hogar que me esperaba.
Y lo perdí lo mismo que se pierde
la infancia en una vuelta del camino.
Y me dejó temblando, extraviada,
como ese gorrión empapado de lluvia,
que no halla nido donde refugiarse.
Camino con el sol hacia mi zenit,
y me pierdo mil veces y regreso
y disfrazo mi busca de entusiasmo.
Ojalá en las mil vueltas y revueltas
vuelva a acertar con la verdad que escapa.