DIÁLOGO PARA TIEMPOS OSCUROS




-Estoy totalmente en contra de la "paguita". Es una adormidera que ayudará a que la gente se acomode y no trabaje. Cosas del gobierno socialcomunista.
-Me parece difícil "acomodarse" con menos de 500 euros al mes.
-Es gente sin estímulos, que se arreglan con poco. Propongo que los que reciban la "paguita" hagan trabajos para la comunidad o recojan fruta y esas cosas.
-Me parece más justo que esos trabajos se hagan con sueldos dignos.
-Vale, pues entonces fuera "paguitas". Ya está bien de comunistas y bolivarianos.
-El problema es que sin esas "paguitas", como tú las llamas, crecerá la delincuencia, podrán entrar en tu casa a rebanarte el pescuezo y llevarse lo que puedan. La gente no va a quedarse sin comer. Se convertirá en un país sin ley. Como Méjico, por ejemplo.
-Eso no tiene porqué ocurrir. Se aumentan los funcionarios policiales y si hace falta se mete al ejército.
-¿Propones un estado policial, suprimir las libertades y la libre circulación de los ciudadanos?
-¿Por qué no?
-Supongo que además estarás en contra de los antifascistas.
-Sí, claro. 
-¿Quizá es que eres fascista?
-No me gustan las etiquetas.


EL ENGAÑO


 

       Ayer por la mañana tuve una de esas sensaciones, no demasiado raras en mí, en que la visión de la unidad se manifiesta claramente. Me vi niña y adulta a la vez, burlando la secuencia del tiempo.  Luego, por la noche, vi unos capítulos de la serie DARK. Nadie me había hablado de ella ni sabía de qué trataba. Y hablaba de lo mismo: de un tiempo simultáneo donde pasado, presente y futuro fluyen a la vez. Y comprendí que es nuestra mente la que elabora la trampa: Recordamos el pasado y olvidamos el futuro. 
         
         Si supiésemos lo que va a ocurrir, la vida perdería todo su sentido.

Y YO SEGUÍ APLAUDIENDO



Aplaudí vehemente sin saber que la muerte
se ocultaba tras telas de colores,
mientras que junto a mí brujuleaban
mil súcubos e íncubos ocultos por caretas de sonrisas.

Aplaudí vehemente queriendo con el ruido
despertar las conciencias,
sin comprender que solo era posible variar el mañana
si millones de manos acompañan tus palmas.

Y casi sin notarlo
paseé entre las tumbas y conté los difuntos,
que marchaban deprisa para coger su sitio
en las rebajas de grandes almacenes.
Cubiertos de ceniza, se atropellaron torpes en la entrada
 perdiendo los cerebros y alguno de sus miembros.

Y yo seguí aplaudiendo vehemente.
Y casi sin notarlo dejé de recordar el futuro
y la existencia se me antojó digna de ser vivida.



(De mi novela, aún inédita, "La Danza del Espíritu")



"Para que funcione el sistema que nos han impuesto, es necesario que las personas dejen de pensar de forma coherente. Es una enfermedad que viaja de una generación a otra. Si la gente recuperara la coherencia, no podría aceptar lo inaceptable." 

A LUIS EDUARDO AUTE




Recuerdo aquellas tardes en tu estudio.
Se nos colaba un sol de primavera
por el balcón de tu casa en Rosales.
Tenías la belleza de un héroe del Olimpo
al rasguear las cuerdas de tu vieja guitarra.
Desde múltiples lienzos la hermosura materna
observaba nuestras charlas impúberes
y la ciega esperanza en un futuro
que despejara sombras de aquel largo presente,
que oscurecía abriles e ilusiones.

Yo andaba enamorada de un muchacho
al que tú retratabas, utilizando pardos y morados.
Pero nada más lejos de la melancolía
de una Semana Santa sin canciones.
Mientras sobrias familias recorrían
los túmulos marchitos de terciopelo oscuro
y los niños sonaban sus carracas,
nosotros ideábamos locuras, hundiendo las pupilas
en el verde horizonte del Parque del Oeste.

¿Adónde has ido, Edi, en otro abril robado?
No sé por qué se empeñan en trocarme en adioses
 un mes del calendario donde brota la vida.
Y sin embargo ninguna despedida es para siempre.
En LA BELLEZA de tu actual Olimpo,
A LAS CUATRO Y DIEZ o AL ALBA eterna,
seguirás rasgueando tu guitarra.