ME GESTARON REBELDE
como esas
margaritas que crecen entre cactus,
como la luna
llena
que brilla
entre las nubes que amenazan tormenta,
como los labios
dulces
que roban unos
besos que nunca serán suyos.
Me gestaron
rebelde,
se saltaron las
leyes de antiguos patriarcas.
Pusieron en mis
venas
un germen de
justicia roja como la sangre,
e inevitablemente
me incliné por aquellos
caídos en el
barro del olvido.
Me gestaron
rebelde
porque no había
hueco en la obediencia,
no había más
que un gen de desacato
y ojos que
divisaban la miseria.
Me gestaron
rebelde
y separé del
oro la ceniza
de los infortunados
que abrasó la codicia.
No tengo ningún
mérito,
así es cómo
crecí en el vientre materno.
Boga contra corriente y remonta las olas
mi barca
quebradiza.
Las protestas
se agolpan en mi boca
ante tanta
ignominia
y atado a mi
cintura
llevo el blanco
fajín de la denuncia.