LA DESCONOCIDA



A veces los espejos me devuelven
la turbadora faz de una desconocida.
Quisiera hundirme en ella
y contemplar la vida a través de sus ojos.
Es tan evanescente
que apenas la distingo
en un involuntario parpadeo.

¿De quién es ese rostro?
¿Qué pretende decirme a través de las sombras
que enturbian su mirada?

Recuerdos ancestrales 
de aquellas mentes que me precedieron
configuran en mí un karma insoslayable.

Sospecho que me muevo
en torno de una noria mareante
y el ruido de sus ejes
me exige recorrer algún camino
que mi escondida amiga se negó a transitar
por alguna razón que conocer me impide.




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