EN BUSCA DEL SENTIDO

En ocasiones, el ser atribulado
proviene de un pasado luminoso.

Quizá por triturar la simetría
del sueño de la esencia,
que congrega posibles e imposibles,
retuerce el recorrido primigenio
que contiene un futuro perfecto.

Y abandona el sentido,
extraviado por oscuros y sucios vericuetos,
buscando algún atajo que logre devolverlo
a aquel origen de su biografía.

E inventa nuevas vidas
y se sumerge en nuevas experiencias:
eventos, posesiones, fatales vaticinios,
pues si la simetría no se rompe,
                                        eso él sostiene,
todo es muy aburrido.

Y buscando se encuentra 
con la angustia inexorable
agazapada en la esquina del tiempo,
pues solo en lo profundo se esconde la respuesta
que proporciona paz al sinsentido.

Yo dejé de soñar futuros fabulosos
y renuncié a bucear en el pasado.
Prefiero residir en el presente
y dejarme mecer entre los brazos
del Amor que me envuelve
con la tranquilidad de un ser
                                        recién nacido.



EL ETERNO RETORNO


Me llevaste en volandas, beso a beso,
a una realidad desconocida
incluso para mí que la habitaba.

Rellenaste oquedades, pulverizaste olvidos
y estimulaste mis dormidas células.
Y en vibrante cadencia de idílicos suspiros
volvimos a la vida a otros amantes
sacrificados en injustas contiendas.

Ya habíamos creado mil planetas en nuevos universos,
y limpiado galaxias con lienzos de delirios.
Ya había acompañado nuestra danza un radiante lucero,
cantando Cambalache con la voz de Gardel.

Y tú y yo nuevamente enredamos las piernas
y trenzamos los brazos
y abarcamos el orbe solo con la mirada.
Susurraste en mi oído que era tu único dios
y tendiste oraciones debajo de mis pasos.

Y yo dormí tranquila, vuelta a casa,
arrullada por retazos de análogos instantes
vividos a lo largo del Eterno Retorno.





           

          ... el mundo marcha patas arriba, los ciegos guían a otros ciegos y los despeñan en los abismos, los pájaros se arrojan antes de haber echado a volar, el asno toca la lira, los bueyes bailan, María ya no ama la vida contemplativa y Marta ya no ama la vida activa, Lea es estéril, Raquel está llena de lascivia, Catón frecuenta los lupanares...

El nombre de la Rosa (Umberto Eco)


LA DESCONOCIDA



A veces los espejos me devuelven
la turbadora faz de una desconocida.
Quisiera hundirme en ella
y contemplar la vida a través de sus ojos.
Es tan evanescente
que apenas la distingo
en un involuntario parpadeo.

¿De quién es ese rostro?
¿Qué pretende decirme a través de las sombras
que enturbian su mirada?

Recuerdos ancestrales 
de aquellas mentes que me precedieron
configuran en mí un karma insoslayable.

Sospecho que me muevo
en torno de una noria mareante
y el ruido de sus ejes
me exige recorrer algún camino
que mi escondida amiga se negó a transitar
por alguna razón que conocer me impide.






LOS OJOS MÁS HABITADOS DEL MUNDO


La Habana, Plaza de la Revolución, marzo de 1960.
Un barco ha estallado en el puerto. Setenta y seis obreros muertos. El barco traía armas y municiones para la defensa de Cuba, y el gobierno de Eisenhower ha prohibido que Cuba se defienda.
La multitud cubre las calles de la ciudad.
Desde el podio, el Che Guevara contempla tanta furia reunida.
Tiene la multitud en los ojos.
Korda toma esta foto cuando los barbudos llevan poco más de un año en el poder.
Su diario no la publica. El director no le ve nada especial.
Pasarán los años. Esa foto será un símbolo de nuestro tiempo.

Eduardo Galeano

CONTRADICCIÓN

Hay silencios que quiebran los cristales
y gritos que estrangulan las gargantas.
Besos que despedazan con sus garras
y gestos de desdén que te encadenan.

Hay ojos que te escuchan,
oídos que te miran,
manos siempre vacías
y pasos que conducen al abismo.

Hay rostros que son máscaras de cera,
corazones de plástico lavable,
caricias calculadas a granel
y lágrimas de agua embotellada.

Hay desnudez lasciva,
lascivias revestidas de inocencia,
recuerdos disipados en el aire
y olvidos que caminan de tu mano.

Hay zapatos de plumas
y alas de mármol negro,
que jamás emprendieron el vuelo,
hojalata de catorce quilates
y moneda en papel inundada de lluvia

Pero yo sé que existe en lo profundo
una reserva de oro inalterable.
Y eso es lo que me mueve
eso es lo que de Nada
me convierte en el Todo
que palpita y que canta en la danza del aire.


¿Principio de novela?




DÍAS DE CENIZA

-Zumo de naranja.
Es la voz de él, delgada, irreconocible. Una voz de ultratumba. No puede ser la misma que prodigaba frases ingeniosas en las elegantes reuniones de su casa en la calle Goya. Aunque aquella era una mansión, otro barrio, no la especie de refugio en el suburbio donde ahora viven. Solo con cerrar los ojos puede verlo. Varonil. Imponente dentro de su uniforme caqui de capitán en días de sol y de abundancia, a pesar de las desilusiones y las lágrimas. Ahora el sol se ha apagado. Juana piensa que ya no amanece nunca. La calle solo se ilumina de vez en cuando por el estallido de las bombas. Sus hijas y ella caminan como espectros, a tientas, por entre los muebles que quedan. Hicieron astillas el aparador de caoba y la cómoda de palo santo y fueron echándolos al fogón, pero no lograron calentar la casa. 
        Como si las maderas nobles fuesen solo de adorno y careciesen de poder calorífico.