LA LUZ
que conversan tranquilas con otros
miradores.
La vida en su interior se duerme o despereza,
respira o se hunde en sueños de hazañas y
aventuras.
Me gusta el corazón sin armaduras
que deja entrar el sol y se empapa de
lluvia.
Aun siendo devastado por la helada
nocturna,
irradia un resplandor que sana y reanima
a las almas enfermas.
Me gusta el arco iris, la luz de la
mañana,
el brillo de unos ojos que se abren
deslumbrados
a la vida diaria, y la imaginación iluminando
al alba
un horizonte abierto a la esperanza.
Nos contiene y rodea la claridad ansiada.
La única negritud posible es la del alma,
la única soledad la de la flecha
que no encuentra diana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario