LA ESCENA
´
Nuestros
labios se quedaron mudos
antes de ser sellados
por los besos
en la escena
del tiempo.
Nuestros
cuerpos se reconocieron
en un mismo
latido de mil vidas antiguas.
Y flotamos
ingrávidos, ceñidos, indistintos,
en un clímax
idéntico,
por nebulosas
algo disgregadas
en el multiuniverso.
Y deseamos que
se detuviera
el reloj de la
vida,
que el telón no
cayese ni los aplausos
nos desintegrasen como un misil perverso.
Y soñamos
despiertos, sin palabras,
mimando la
existencia
frente a un
público atónito.
Auditorio
inconsciente,
que seguía la trama
sin saber
que estaba presenciando
el guión de su
vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario