Tiernos ojos heridos por el hierro
de escarabajos ávidos de sangre.
Tiernos ojos, ahítos de terrores,
ahogada la inocencia por el miedo.
Preguntas sin respuesta en sus pupilas
dilatadas por rojos resplandores.
Para cada estallido un parpadeo,
un grito de dolor,
una imagen de muerte
detenida en el fondo de límpidas miradas.
Tiernos ojos de niños,
de niños de mil guerras,
soñando con volver al útero materno
para huir del demonio impenitente
del odio
y abandonar la negra compañía
de la sombría muerte.
Tiernos ojos que no idearon juegos,
ni siguieron el vuelo de una mosca,
ni contemplaron el cauce del arroyo.
Tiernos ojos resecos y asombrados,
que ni siquiera derramaron lágrimas
antes de ser cerrados por las bombas.
Dramático y hermoso.
ResponderEliminarImpresionante, inspirado y sensibilizador. Una drástica obra maestra.
ResponderEliminar¿Tenemos una solución para él? ¿Para los que, como él, jamás estaremos familiarizados con el sufrimiento por mucho que éste se instale y reinstale y reedite cada segundo?
¿Un poema que le sirva de bálsamo, de resurrección?
Una oración amorosa y energética, para empezar.....
Para empezar, LA VIDA hablándole a la vida. La PALABRA, CREADORA DE REALIDAD.
Un grito del Corazón hacia los corazones que han olvidado como latir con AMOR. Una delicia maravillosa, queridísima LUZ.
ResponderEliminarque tristeza mas honda....y mas tristeza..
ResponderEliminarLo escribí hace tiempo. Uno de esos días en que lees una noticia y el dolor de esas pobres criaturas te rompe el alma.
Eliminar