LO SAGRADO

 

La luz

El silencio

El roce de unas manos.

 

El horizonte abierto

La palabra sin sangre

La palabra.

 

Los niños

Las sonrisas

Las estrellas fugaces.

 

La encina centenaria

El abrazo callado

Las lágrimas saladas.

 

El sol que alumbra

El sol que te acaricia

El sol que cura

El sol que siempre mira

Es ese sol que habla

 

 

 

 PALESTINA

Torrenteras de lágrimas
han ido conformando lagos llenos de sal
que desecan y arruinan las cosechas.
Hoy he visto a las víctimas de entonces
mudadas en verdugos que golpean sin tino,
mas los niños de ayer igual que los de ahora
son las promesas rotas de un mundo detenido
en un vil holocausto.
Hoy he visto la tierra inundada de sangre
y el hombre que no es hombre, sino fiera,
acarreando cadáveres sin hallar tierra que los oculte.
¿Qué producto letal ofusca las conciencias?
¿Qué tenebrosa máscara enclaustra las pupilas?
¿Qué amordaza los labios?
¿Quién silencia protestas?
¿Dónde quedó la paz, dónde el decoro?
Estamos en el siglo veintiuno,
y el cromañón abyecto continúa sumido en la caverna.
Todas las reacciones:
Cristina Y Luis Miguel


 

 EL SECRETO




Hay secretos antiguos
que el silencio termina corrompiendo,
adquieren el hedor a carne muerta
en la despensa oscura de la mente.

Si el secreto es ajeno
abrasa su existencia entre los labios,
arde en cada recodo de los días
y se arranca uno a uno los ropajes
que cubren su misterio.

Y si el secreto es propio
va creciendo a lo largo de los años
y ocupa cada fibra de tu alma.
Te acalla y te anquilosa,
te aísla y te desarma,
se yergue cual gigante ante tu casa,
y adusto centinela no deja entrar a nadie.

Hay secretos culpables
y secretos vacíos y cargantes,
secretos heredados y decrépitos,
y los hay fascinantes
que iluminan desiertas madrugadas.

Mas decidme, ¿quién puede asegurar
que no esconde un secreto,
igual que el jugador aventajado
guarda un as en su manga?




 

HOY HE TENIDO UN SUEÑO

 


HOY HE TENIDO UN SUEÑO

Los sueños se confunden

y borran con su luz

las sombras de la noche.

Tal vez cuando despierte

no sabré distinguir los rostros inventados

de los que me acompañan en la repetición

del día a día,

pues no hay certificado

ni prueba concluyente que acredite

donde está la verdad que nos acoge.

 

Hoy he tenido un sueño

igual que Luther King. 

Un sueño como el suyo.

¿Desaparecerá al abrir los ojos?

A él se le fue al cerrarlos.

Hoy he estado soñando

con puentes como alas

que cruzan los espacios,

que comunican mundos,

que transportan en hombros

a aquellos que perdimos.

Hoy he tenido un sueño

que despeja caminos sin salida

y en perenne estallido

ilumina conciencias.

Creo que ese es mi mundo realmente.

Y no el yermo y marchito

que me cerca en vigilia.

 

Dejadme, no hagáis ruido.

Que nadie me despierte.