QUÉ LEJOS EL FUTURO
Qué lejos el futuro
en las mañanas grises de mi infancia.
Qué lejano el pasado en este día.
Pero ahora que el azar me sobrevive
de amores que partieron raudos sin
esperarme
ni apenas despedirse,
la de las fantasías y la que soy ahora
caminan de la mano y por fin son la misma.
Y sin embargo no me reconozco
en la que la impaciencia la llevaba
tan lejos de sí misma,
la que viviendo ni siquiera sabía que vivía,
la que trenzaba sueños en la alcoba
con la seguridad de ser eterna.
Mas tampoco me veo en la vuelta de todo
y en la ida a la nada y al epílogo.
Me miro en los bolsillos y encuentro
alguna que otra insensatez
y un conjunto de sueños que huelen a
recientes
y que esperan su estreno.
La infancia y la experiencia se observan
en silencio
y en silencio caminan de la mano.
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