LECCIONES
DE VIDA
y me perdí a mí misma en el
intento.
Me enseñaron a enfrentar el
peligro
y a medir con cautela mis
afectos.
Me dijeron que hay que
adelantarse
y a tu adversario golpear
primero,
que el que confía suele
perder siempre
pues el mundo se ríe del
ingenuo.
Me elevaron encima de una
torre
sin protección alguna o
parapeto.
Me desearon fuerte y me hicieron endeble,
y me advirtieron que no
creyera en sueños.
Fíate sólo de tus cinco sentidos,
ya entenderás de adulta, me
dijeron.
Me mostraron caminos sin tropiezos
y recorrí una senda sin arrimo.
Me llenaron de códigos y dogmas
que no admitían más planteamientos,
y yo abracé la duda como forma de vida.
No me otorgó otra arma el intelecto.
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