Mañana gris,
disuelta en soledades.
El ave picotea la corteza terrestre
y yo busco a la musa que me huye,
que ha roto la baraja.
El lugar de las cosas invisibles es el baúl donde guardamos lo ininteligible, lo recóndito: Sentimientos, deseos, dudas, momentos que pudieron ser y no fueron, instantes que no se ajustan a la lógica cotidiana. Aquello que solo puedes ver con los ojos del corazón.
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