ESCRIBO 

Escribo rodeada de fotos de otros tiempos,

mamá, papá, Diana,

 y tú, mi compañero,  

recogiendo algún premio.

Y con los galardones ya olvidados,

revueltos con mil libros,

se destaca tu efigie de ser atormentado,

que plasmó con talento aquél que fue tu amigo,

con pinceladas sabias de grises y morados.

No sé si nos separa la distancia o el tiempo,

pero a mí no me gusta cuando callas

ni que estés como ausente

porque no soy Neruda y la ausencia es perenne.

Y porque hay cerraduras que atascan oxidadas

puertas que no se abren.

Cerradas para siempre.


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario