INFIERNO
Hay infiernos anónimos y ocultos
que generan síndrome de Estocolmo.
Apenas hay diablos que los guarden
y en muchas ocasiones
cuida del fuego uno en zapatillas.
Las hogueras se encienden con butano
y no es raro que esté de vacaciones
el servidor que surte las bombonas.
Son infiernos pequeños pero cálidos.
Son infiernos de lo más hogareño.
que generan síndrome de Estocolmo.
Apenas hay diablos que los guarden
y en muchas ocasiones
cuida del fuego uno en zapatillas.
Las hogueras se encienden con butano
y no es raro que esté de vacaciones
el servidor que surte las bombonas.
Son infiernos pequeños pero cálidos.
Son infiernos de lo más hogareño.
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