NO ME RESISTO A PONER ESTA MARAVILLOSA POESÍA DE GIL DE BIEDMA.


Contra Jaime Gil de Biedma


De qué sirve, quisiera yo saber, cambiar de piso, 
dejar atrás un sótano más negro 
que mi reputación -y ya es decir-, 
poner visillos blancos 
y tomar criada, 
renunciar a la vida de bohemio, 
si vienes luego tú, pelmazo, 
embarazoso huésped, memo vestido con mis trajes, 
zángano de colmena, inútil, cacaseno, 
con tus manos lavadas, 
a comer en mi plato y a ensuciar la casa?
Te acompañan las barras de los bares 
últimos de la noche, los chulos, las floristas, 
las calles muertas de la madrugada 
y los ascensores de luz amarilla 
cuando llegas, borracho, 
y te paras a verte en el espejo 
la cara destruida, 
con ojos todavía violentos 
que no quieres cerrar. Y si te increpo, 
te ríes, me recuerdas el pasado 
y dices que envejezco.
Podría recordarte que ya no tienes gracia. 
Que tu estilo casual y que tu desenfado 
resultan truculentos 
cuando se tienen más de treinta años, 
y que tu encantadora 
sonrisa de muchacho soñoliento 
-seguro de gustar- es un resto penoso, 
un intento patético. 
Mientras que tú me miras con tus ojos 
de verdadero huérfano, y me lloras 
y me prometes ya no hacerlo.
Si no fueses tan puta! 
Y si yo no supiese, hace ya tiempo, 
que tú eres fuerte cuando yo soy débil 
y que eres débil cuando me enfurezco... 
De tus regresos guardo una impresión confusa 
de pánico, de pena y descontento, 
y la desesperanza 
y la impaciencia y el resentimiento 
de volver a sufrir, otra vez más, 
la humillación imperdonable 
de la excesiva intimidad.
A duras penas te llevaré a la cama, 
como quien va al infierno 
para dorm
ir contigo. 
Muriendo a cada paso de impotencia, 
tropezando con muebles 
a tientas, cruzaremos el piso 
torpemente abrazados, vacilando 
de alcohol y de sollozos reprimidos. 
Oh innoble servidumbre de amar seres humanos, 
y la más innoble 
que es amarse a sí mismo!
 

              
EL RELÁMPAGO DE LA REVELACIÓN






          Quizá son las plantas y las aves las que han encontrado la verdad, las que viven el "relámpago de la revelación", como llama Herman Hess a la experiencia mística. Ese no razonar, no juzgar, no calcular, solo experimentar, es lo más parecido al éxtasis.

           En esa soledad no hay pasado ni futuro, sino presente. El tiempo, esa losa pesada que nos separa de la realidad, se ha refugiado en otro universo, en un mundo creado por el pensamiento, por los miedos, por la nostalgia y la espera. Un mundo que ha creado el bien y el mal, la codicia y la generosidad, dioses y diablos, la vida y la muerte. Todos esos opuestos que maniatan al hombre en un estrecho cubículo. Un mundo fantasmal, sin duda, habitado por espectros y totalmente prescindible. Y aunque ese mundo viva en mi interior, esta mañana de primavera quiero darle la espalda.
     


              Huele a salvia, a romero, a tomillo. Inspiro, expiro. Lentamente. 

   

              Y mis pupilas se tiñen de mil colores. Y me doy cuenta de que también yo soy prescindible. Y dejo atrás  mi nombre, mi ADN, mi anécdota.
                 

              Y en el púrpura de una humilde amapola, soy eterna.

 

A NORA

Abrió de par en par las puertas de la vida
 hace apenas un año.
Y enjugó nuestras lágrimas antiguas
y sosegó inquietudes
y creció la esperanza,
y un concierto de besos
desperezó al futuro dormido en la cuna del cosmos.
Su rostro ya latía en el anhelo
de estrellas al exilio en la galaxia.
La promesa fue alba
y el sol se arrodilló nada más verla. 

El mundo se derrumba y ella avanza. 
La miseria se extiende 
y en sus pupilas se adivina el cielo.

Los malvados maquinan crueldades 
y el amor se derrama en su sonrisa. 
Hay naufragios sin cuenta 
y su barca aletea en cúspides de espuma. 

La existencia es la suma de fuerzas contrapuestas,
pero a veces la luz refulge tanto 
que las sombras escapan.



OTRA VIDA 



¿Habrá una nueva vida
 donde ajustar las cuentas al destino?
¿El amor que te tuve
despertará otra vez al conocerte?
¿Volverá aquel temblor
 que multiplica un roce involuntario,
y llega hasta el confín del universo,
dejando al alma herida de nostalgia?
Son preguntas que me hago,
 desnuda y sin relojes,
ya sin prisa y sin pausa,
sin tan siquiera estrellas que iluminen
 las cada vez más largas madrugadas.
La vida ha modelado con cincel riguroso
los perfiles de tu rostro y el mío,
quizá por eso ahora podemos,
hombro a hombro, cruzarnos por la calle
y sentirnos ajenos.
Así, desde el principio, transitamos los siglos.
Lo afirmo sin temor a equivocarme
porque verte es siempre un recordarte
y alguien me habla de ti como si fueras mío
cuando nunca lo has sido.
Y al alejarte, amigo, en cualquier existencia,
mis lágrimas mantienen
 el gusto de otras lágrimas antiguas.


EL MIEDO

Las puertas del armario como boca insaciable,
como amenaza gris,
como agujero oscuro que todo se lo traga,
me miraban inmóviles dispuestas a engullirme.
Yo cerraba los ojos aterrada,
la infancia tiene miedo de la ausencia de luz
y el mutismo forzado de los otros.

Luego, ya florecida y entregados mis frutos,
tuve miedo por ellos,
por que no vieran nunca los fantasmas
que a mí me persiguieron y acecharon,
y por que sus heridas fueran leves rasguños
que yo pudiera restañar con besos.

Hoy todos los caminos que quedan a mi espalda
me parecen cubiertos de ceniza.
Y al fondo el arrecife, desafiando el vértigo,
huyendo del aplauso y de la expectativa,
me llama desde el rojo del otoño.
Despacio, poco a poco, avanzo vacilante,
lo mismo que avanzaba
cuando intentaba mis primeros pasos.
Porque nadie te enseña a andar derecho,
porque cada caída te parece única,
aunque siempre tropieces con el mismo percance.

Pero el miedo ya es ave fugitiva
directa a un universo que acaba de crear el demiurgo.
Y he abierto los armarios,
comprobando tranquila que todo su secreto consistía
en ocultar la vida que esperaba colgada de sus perchas.



PALESTINA

Hoy se ha parado el mundo y me ha dejado
al borde del abismo.
Torrenteras de lágrimas
han ido conformando lagos llenos de sal
que desecan y arruinan las cosechas.
Hoy he visto a las víctimas de entonces
mudadas en verdugos que golpean sin tino,
mas los niños de ayer igual que los de ahora
son las promesas rotas de un mundo detenido
en un vil holocausto.
Hoy he visto la tierra inundada de sangre
y el hombre que no es hombre, sino fiera,
acarreando cadáveres sin hallar tierra que los oculte.
¿Qué producto letal ofusca las conciencias?
¿Qué tenebrosa máscara enclaustra las pupilas?
¿Qué amordaza los labios?
¿Quién silencia protestas?
¿Dónde quedó la paz, dónde el decoro?

Estamos en el siglo veintiuno,
y el cromañón abyecto continúa sumido en la caverna.



QUÉ RENTABLE ES EL MIEDO

Qué rentable es el miedo.

Oleadas de pánico recorren las esquinas,
taponan las fronteras y las encrucijadas.
Cunde el desasosiego en las notas de prensa.
Qué rentable es el miedo,
piensan en los despachos
formidables prohombres con las sienes de plata.
Al imparable ritmo de los teletipos
se vomitan desastres, amenazas,
presagios de estrecheces y carencias
e injusticias servidas sin decoro en cada desayuno.
Los obispos claman desde sus púlpitos,
exorcizan, pregonan anatemas.
Luego pasan la cesta que guarda las limosnas
y libra de las llamas del infierno.
¡Es pecado pensar!, dicen de nuevo
en una borrachera de rigidez servida
como postre de opíparos banquetes.
Y pasean sus vírgenes de cartón coloreado
y golpean tambores pregonando: Muera la inteligencia.
Y nos auguran cárceles eternas,
poniendo a un Lucifer bien trajeado
como portero de un infierno repleto de facturas.

No dejéis que os asusten,
no los alimentéis con vuestro miedo.
Alzad el rostro al viento y proclamad a gritos:
¡No hay miedo que me venza
ni monstruos inventados que me arrollen!
¡El pensamiento es libre y nuestras mentes
son claras e indomables!





ES EL MOMENTO



No fuerces el comprender.
Se comprende en un suspiro
o no se entiende jamás.
No crecen alas al gato
por mucho que mire el cielo,
ni un tigre come verduras
cuando hay caza de venados.
No te plantees cantar
si eres un asno y rebuznas,
y no quieras olvidar
cuando hasta el tacto recuerda.
Avanza con paso firme,
aparta cualquier obstáculo,
no soportes más patadas,
engaños ni extravagancias.
¡Yérguete!
¡Alza tu mirada al frente!
Ya es hora, no queda tiempo.
Demuestra tu dignidad
aunque los demás se escondan.

EMPEZABA FEBRERO


Empezaba febrero,
traducía La guerra de las Galias
 y el sol me recorría los deberes.
¡Julio César, qué pelma, ganando mil batallas!

Empezaba febrero,
y el invierno expiraba en mis ventanas,
barrido por mil pájaros en vuelo
con el cielo latiendo en su mirada.

Empezaba febrero,
la vida en el cristal se reflejaba,
amplius horis quizás es ablativo.
¿A quién le importa el César y su espada?

Empezaba febrero
y al mundo los colores regresaban.



SILENCIOS


Me cerraban los ojos con puñales de miedo
y obstruían mi mente con sentencias.
La verdad era única
y no había preguntas,
si acaso impertinencias que nadie contestaba
y un montón de silencios.
En los patios silencio,
silencios en las filas,
silencio en la capilla
y en la siestas del hombre de la casa
un silencio de muerte recorría el pasillo.
Y si había algún grito,
o incluso una blasfemia se escapaba
 de unos labios coléricos,
venía de algún mundo ignoto y apartado,
y confeso y convicto anticipadamente.
Hoy he vuelto a mirarme en aquellos espejos,
descorriendo unas telas grises y polvorientas,
y solo he visto muertos asombrados
de sus propios silencios.

SI SUPIERAS



Si supieras, querida, si supieras
las cosas que han pasado desde entonces.
El vértigo del tiempo alternó despedidas,
emblanqueció las sienes
y llenó de rasguños los rincones del alma.
Hubo besos sin labios
y estrechamos el aire
imaginando cuerpos impalpables.
Y reímos sin ruido,
y lloramos sin lágrimas.
Recorrimos caminos sin movernos del sitio,
y entonces regresamos.
Pero tú ya no estabas.
Y cuando al fin, cansados,
dejamos de esperar lo inalcanzable,
la inocencia volvió para quedarse.
Y tornaron tus ojos a mirarnos
con un brillo de estreno en otra vida,
una vida pequeña, apenas esbozada,
que se vertía como una torrentera,
y enjugaba en nuestra alma la añoranza.
A NORA

Cuando llega la Vida
y compite en colores con la aurora
y despierta pasiones
y forma remolinos en el aire
como el ave que celebra el día,
la poesía calla por inútil
y los malos se ocultan en la sombra
para no despertarla,
para no oscurecer su pecho de cristal.

Y ella, llena de gracia,
ignora todavía que ha llegado,
envuelta entre las plumas de universos felices,
de esos mundos sin tiempo que no inquietan,
que no esperan ni añoran ni deploran,
que viven un presente sin peligros.

Cuando llega la Vida
el sol se pone sus mejores galas
y da la bienvenida a la pequeña Nora.


OTROS TIEMPOS



Vivo en tiempos oscuros
tallados por el hombre en el asfalto.
Tiempos negros de cólera
que cierran cualquier vía de salida.
La madrugada ya no anuncia el alba
y un mirlo tembloroso ha enmudecido.
Es tan intenso el odio, tan vehemente,
que ha trasladado el curso de los ríos,
ha secado las fuentes y ha acallado
las risas de los niños.

Mas hay quien desvanece las tormentas,
quien derriba murallas,
hay quien pinta sonrisas en la luna,
hay quien pide la paz y la palabra.
Es otra circunstancia,
otro posible cuántico aún no revelado,
que llama a las conciencias
y golpea el umbral del intelecto.

Déjalo entrar, alfombra su regreso,
quita los diques y da la bienvenida
al manantial fraterno de una naturaleza solidaria.