JUEVES 29 A LAS 18'30
El lugar de las cosas invisibles es el baúl donde guardamos lo ininteligible, lo recóndito: Sentimientos, deseos, dudas, momentos que pudieron ser y no fueron, instantes que no se ajustan a la lógica cotidiana. Aquello que solo puedes ver con los ojos del corazón.
Ya está publicada la 2ª edición de mi nuevo poemario, "El Vértigo del Tiempo". "La Danza del Espíritu" es mi última novela. Es un thriller como fondo de una historia de amor. Y se acaba de reeditar la primera parte de esta historia, "La Conjura de los Sabios". Se pueden leer por separado, pero se entienden mejor juntas.
UN ADIÓS
(Relato incluido en CUENTOS DEL OTRO LADO)
Por fin estamos solos. Hace tanto tiempo que quiero hablar contigo. Sí,
ya sé, hablar hemos hablado muchas veces, pero nunca te he dicho lo que lleva
atormentándome durante más de veinte años. Bueno, no todo el tiempo, claro. Un
personaje de “En busca del tiempo perdido”, que ha perdido a su mujer y no
supera su ausencia, dice que la recuerda constantemente, pero no durante mucho
rato seguido. Los pensamientos son como las aves: revolotean por tu mente, van
y vienen una y otra vez, se mezclan como en un galimatías, son imposibles de
retener aunque nos obsesionen.
Hubo momentos en que creí olvidarte, pero luego la vida me devolvió al
camino que llevaba hasta ti. Tú has sido mi Shamballa, una ciudad de Luz,
retiro místico para cuando la vida me vencía, refugio lúbrico para mi deseo, un
hombro amigo en el que descansar. Reposan en ti mis sueños y fantasías más
inconfesables. Contigo puedo sincerarme, hablarte de mi amor, declararte mi
creencia de que en otra dimensión, en otro tiempo, tú y yo nos hemos
pertenecido en cuerpo y alma y hemos jurado recordarlo en sucesivas
existencias. Pero todo eso se fragua en el mundo virtual de mi mente, sin el
menor atisbo de realidad. Aunque, ¿qué es la realidad? ¿Por qué las sensaciones
que transmiten nuestros sentidos, nos parecen más reales que las que transmite
nuestra mente? ¿Por qué damos más valor a la vista, al olfato o al tacto, que a
la imaginación o al anhelo? El cerebro no distingue entre la fantasía y la
realidad.
¿Recuerdas la exposición de pintura de nuestra amiga Clara? La verdad
es que sus cuadros no me interesaban lo más mínimo, pero alguien me había dicho
que acudirías y fui esperando encontrarte. Llevábamos tiempo sin vernos y tu
sorpresa, tu alegría al descubrirme, me hizo concebir un sin fin de locas
esperanzas. Al abrazarme, me alzaste en el aire como el que recupera un tesoro
que ha creído perdido. Nos escabullimos tácitamente del barullo de la
inauguración y decidimos tomar un café lejos de allí. No sé por qué no te lo
dije entonces. Era tan raro encontrarnos a solas. Estoy segura de que en
aquella cafetería, los roces de nuestras manos y nuestros cuerpos no fueron
contactos fortuitos sino provocados por los dos. Pero me escondí como siempre
detrás de subterfugios, igual que tú, y hablamos del amor como si no nos
concerniese, como si fuese un sentimiento ajeno, mientras mis ojos te mandaban
el mensaje contrario y los tuyos se llenaban de lágrimas. Me dijiste que la
convivencia mata la pasión, que la hunde en la rutina, que el deseo sólo
perdura en los amantes furtivos. Y a mí aquello me pareció una declaración de
principios, la constatación de que jamás me pertenecerías totalmente, la
certeza de que siempre serías de “la otra”.
Aunque es posible que tuvieras razón. Seguramente la pasión sólo
perdura en el secreto, en lo prohibido. Seguramente el peligro de ser
descubierto aporta vehemencia a una relación, incrementa el deseo porque nunca
es satisfecho del todo.
¿Callas? Siempre lo has hecho. El hombre brillante, ocurrente, jamás ha
hablado de sus sentimientos. También a ti te ha golpeado la vida y quizá ese
sentido del humor del que siempre has hecho gala es un arma contra la amargura,
un disfraz para que la dificultad no te encuentre desprevenido. Y sin embargo
la ternura se escapa por cada uno de tus gestos y miradas.
¿Qué hemos hecho? ¿Por qué hemos esquivado nuestro amor? Decían en el
Renacimiento que los amantes que se negaban a consumar su pasión estaban
condenados al hielo eterno. Y es en el hielo en donde tú y yo hemos dejado que
se derramara la vida.
Ahora puedo decírtelo. Cuando me entrego a él eres tú quien está a mi
lado, eres tú quien me besa, quien me posee, eres tú quien me hace sentir
culpable. La traición más auténtica es la que jamás es consumada, porque te
encierra en un torbellino de insatisfacción, de ansia del amado. ¿Y acaso
existe algún hombre que pueda desplazar a un ideal?
Y no creas que no le he querido, que no le quiero, pero él ha
envejecido y tú no, él enferma, falla, se equivoca y tú no. Él es un ser humano
y tú un dios. ¿Quién puede luchar contra eso?
Y aunque ni siquiera me esté permitido llorar, mi corazón se ahoga en
el mar de las lágrimas. ¿Cuál habría sido mi vida, si la tarde de la exposición
te hubiera declarado mis sentimientos? ¿Te habrías apartado de mí, asustado por
mi confesión? ¿Habríamos dejado a nuestros compañeros de camino y habríamos
huido lejos? ¿O más bien nos habríamos limitado a mantener sórdidos encuentros,
hasta que nuestro amor se hubiese marchitado como esa flor que guardas en un
libro y que cuando pasan unos años eres incapaz de recordar qué episodio
adornó? Ahora ya no podremos saberlo.
Hay quien dice que cada deseo, cada decisión, cada duda abre una nueva
senda en algún universo paralelo. Que nuestro ser está desgajado en multitud de
posibilidades. Y yo lo creo. En otros mundos compartiremos la vida o no nos
conoceremos, seremos amantes o nos habremos convertido en enemigos. No, esto
último no es posible, ni siquiera en el mundo más descabellado y perverso.
Adiós, amor mío. Volveremos a
encontrarnos, no sé dónde ni cómo, pero estoy segura de que volveré a verte. A
nosotros se nos concederá una segunda oportunidad. Confío en que entonces nos
reconoceremos, en que no desviaremos la mirada en el primer encuentro, en que
abandonaremos miedos, timidez y falsas cautelas y correremos uno a los brazos
del otro. Aunque tampoco allí seamos libres, saltaremos por encima de lealtades
o convenciones sociales. Nuestros ojos o nuestra piel quizá no guarden la
memoria, pero nuestra alma queda a la espera del encuentro. Porque el único
sentido de repetir una experiencia de vida es completar aquello que has dejado
de hacer.
Quizá, es muy posible, quizá nos encontremos al otro lado del río. Allí
donde las ranas encienden sus lumbres.
-Llevas mucho tiempo aquí. ¿Has visto a Carmen?
Le digo que sí con la cabeza. No puedo hablar, en mi voz él advertiría
las lágrimas que me ahogan por dentro. Y se le antojaría excesiva mi congoja.
Siempre creyó que eras un amigo ocasional. Me cojo de su brazo y me aparto del
cristal que me separa de ti.
Está bien que hayan dejado tu ataúd cerrado. Así puedo recordarte como
serás para siempre en mi mente: joven, bello, apasionado.
Me despido de Carmen. Está deshecha. La abrazo en silencio, con mimo,
con sincero afecto. Las dos te hemos compartido y jamás tuve celos de ella. En
lo que a ti concierne, no cabe un sentimiento negativo.
Ahora tengo que ir con mi marido. Espérame. No será mucho tiempo, amor
mío. Mientras, explora las galaxias. Así podrás guiarme por entre las estrellas
cuando nos encontremos.
Ya está publicada la 2ª edición de mi nuevo poemario, "El Vértigo del Tiempo". "La Danza del Espíritu" es mi última novela. Es un thriller como fondo de una historia de amor. Y se acaba de reeditar la primera parte de esta historia, "La Conjura de los Sabios". Se pueden leer por separado, pero se entienden mejor juntas.
EL CAÑÓN A SU PESAR SONRÍE
Cincelaron mi mente a golpe de mentiras
en épocas oscuras en que la libertad
fue palabra extirpada de nuestro diccionario.
Las historias fantásticas de conquistas y honores
poblaban nuestros días.
Santiago y cierra España y el Cid ganando lides
hasta después de muerto.
Tardé en edificar un refugio a cubierto
del pegajoso odio hacia el hermano
y escapé del destino del pensamiento único.
Sondeé en las raíces de mi sangre,
menesterosos y pobres jornaleros,
y traicioné la pasiva indolencia de la clase media.
Discordante e incómoda,
vadeé el mar abyecto de las indiferencias,
me atormentó la duda en cada certidumbre
y me inventé a mí misma con mil contradicciones.
Hay que seguir, me digo,
aunque lo inútil de tu voz se pierda entre las piedras.
Hay que seguir denuncia tras denuncia,
hundiéndose tu fe en el desengaño.
Tambaleante e insegura,
hay que continuar creyendo en la utopía.
Una flor no detiene las balas
pero el cañón, a su pesar, sonríe
y las sonrisas taponan el camino hasta el gatillo.
Ya está publicada la 2ª edición de mi nuevo poemario, "El Vértigo del Tiempo". "La Danza del Espíritu" es mi última novela. Es un thriller como fondo de una historia de amor. Y se acaba de reeditar la primera parte de esta historia, "La Conjura de los Sabios". Se pueden leer por separado, pero se entienden mejor juntas.
PRIMERAS LETRAS
José Manuel Caballero Bonald
Un día lunes, cerca
del mar, sonó la palabra.
Era
verano entre las cañas
pacíficas del trigo y nunca
la sucesiva hoguera
de las furias se propagó
con tanta iniquidad.
Vinieron
cargas de odios
en camiones, gritos
y sogas en camiones. Ebrios
de mosto y esperma, bajaron
hasta el mar
adolescentes brunos,
ciegos y reclutados
con los aperos de la tiranía,
niñas de sangres iniciales
con flechas en el seno,
espantos y pancartas
al frente de los himnos.
Entre el despliegue tortuoso, ¿quién
me llevó de la mano
a la frontera fratricida, dónde
me desahuciaron de ser niño?
Oh qué terribles y primeras
letras hostiles
de la patria. Párvula madre
mía, ¿qué hiciste
de nosotros, los que apenas
pudimos aprender
la tabla de sumar de la esperanza?
Ya está publicada la 2ª edición de mi nuevo poemario, "El Vértigo del Tiempo". "La Danza del Espíritu" es mi última novela. Es un thriller como fondo de una historia de amor. Y se acaba de reeditar la primera parte de esta historia, "La Conjura de los Sabios". Se pueden leer por separado, pero se entienden mejor juntas.
El recuerdo indeleble suele ser inquietante,
desarmónico,
como tú, mendicante innominado de mi
lejana infancia.
Paseabas tu imagen de soledad suicida
calle arriba y abajo, o te ocultabas en un
portal sombrío,
cercado por miradas suspicaces.
Apártate, cuidado, no te cruces con él.
La miseria resulta amenazante.
Arrastrabas contigo todo tu patrimonio:
un saco apolillado por el hambre de
siglos,
una botella amable para ayudar al sueño
y un can despeluchado que respondía
al nombre de Colega, un reconocimiento
para el único amigo al que no amedrentabas.
Apártate, cuidado, no te cruces con él.
La miseria puede ser contagiosa.
Algunos te llamaban El Caoba
porque tu oficio fue el de carpintero
cuando a nadie asustabas.
Una noche lidiaste al Minotauro de tus
desvaríos
y sucumbiste debajo de las ruedas
de un camión de reparto.
Sólo Colega acompañó con lúgubres aullidos
tu solitaria marcha al cementerio.
Yo respiré tranquila. A partir de aquel
día
ya no volví a cruzarme con el hombre del
saco.
Ya está publicada la 2ª edición de mi nuevo poemario, "El Vértigo del Tiempo". "La Danza del Espíritu" es mi última novela. Es un thriller como fondo de una historia de amor. Y se acaba de reeditar la primera parte de esta historia, "La Conjura de los Sabios". Se pueden leer por separado, pero se entienden mejor juntas.
LA CASA
Cerramos la cancela de la casa
y dejamos las almas acurrucadas dentro.
Almas niñas, medrosas, apocadas,
unidas al paisaje de los largos pasillos,
de los cuentos de invierno al calor del
brasero,
adheridas a los dibujos árabes del viejo
pavimento,
al hogar de carbón que pulía la abuela
con cepillos de lija.
Y la arena avanzó al ver el abandono
y sepultó los cuartos con su túnica yerma,
el frío heló la risa de las ventanas mudas,
y un vinilo rayado gimoteó canciones de
los Beatles.
Alegres bienvenidas siguieron saludándose
en el recibidor y americanos e indios
libraron sus batallas en el fuerte de
plástico.
Y nuestras almas niñas apretaron los ojos
fingiéndose dormidas para los Reyes Magos,
y supieron que no retornaríamos.
No volvimos la cara
por miedo a convertirnos en estatuas de
sal
y dejamos hundidas en aciaga orfandad
a nuestras pobres almas infantiles.
Ya está publicada la 2ª edición de mi nuevo poemario, "El Vértigo del Tiempo". "La Danza del Espíritu" es mi última novela. Es un thriller como fondo de una historia de amor. Y se acaba de reeditar la primera parte de esta historia, "La Conjura de los Sabios". Se pueden leer por separado, pero se entienden mejor juntas.
LA LUZ
que conversan tranquilas con otros
miradores.
La vida en su interior se duerme o despereza,
respira o se hunde en sueños de hazañas y
aventuras.
Me gusta el corazón sin armaduras
que deja entrar el sol y se empapa de
lluvia.
Aun siendo devastado por la helada
nocturna,
irradia un resplandor que sana y reanima
a las almas enfermas.
Me gusta el arco iris, la luz de la
mañana,
el brillo de unos ojos que se abren
deslumbrados
a la vida diaria, y la imaginación iluminando
al alba
un horizonte abierto a la esperanza.
Nos contiene y rodea la claridad ansiada.
La única negritud posible es la del alma,
la única soledad la de la flecha
que no encuentra diana.
Ya está publicada la 2ª edición de mi nuevo poemario, "El Vértigo del Tiempo". "La Danza del Espíritu" es mi última novela. Es un thriller como fondo de una historia de amor. Y se acaba de reeditar la primera parte de esta historia, "La Conjura de los Sabios". Se pueden leer por separado, pero se entienden mejor juntas.
FRAGMENTO DE "TRAS LA PUERTA" DE CUENTOS DEL OTRO LADO.
El chorro que le
empapaba fue enfriándose y empezó a tiritar con violencia. Cerró el grifo y buscó
inútilmente una toalla. Decidió volver al dormitorio dejando un reguero de agua
tras de sí. Sacó de la maleta una camisa y un pantalón limpios y volvió al
cuarto de baño para terminar su aseo. En sus idas y venidas procuraba apartar
sus ojos de la botella de vino aún intacta que le llamaba a gritos desde la
mesilla.
-Ni una gota más.
Lo prometí. Ni una gota más.
Su propia voz le
sobresaltó. Pasó el peine por el rebelde cabello intentando pensar en otra
cosa. Tiraría aquella botella y emprendería una vida normal.
¿Cómo eran las
vidas normales? ¿La de Lola y la de su compañero eran vidas normales? ¿Era
normal que ella calificara de inocente su antigua relación? Sí, sin duda los
revolcones en las canteras habían sido inocentes. La novedad había sido la única
perversidad. Luego, ella habría conocido al gigante y se habría hundido para
siempre en la más absoluta normalidad, atendiendo a los borrachos en la
taberna y pariendo hijos en momentos fugaces de descanso.
A través del
espejo le sobresaltó una imagen imposible. Un niño delgado y pálido lo miraba
desde la puerta. Iba descalzo y toda su persona tenía un aire de patético
abandono. Esteban se volvió precipitadamente y los dos quedaron frente a
frente.
-¿Quién eres? –
preguntó con un hilo de voz.
El pequeño no
contestó. Fijaba en él sus ojos llorosos. El terror reflejado en sus pupilas.
Sus propias pupilas, su propio terror. Porque él se reconocía en aquel niño.
Era su imagen de cuarenta años atrás, su imagen temerosa observándole como si
fuera un fantasma. Seguramente el mismo niño al que había oído gritar y golpear
la puerta el día anterior.
Hizo intención de
aproximarse al pequeño y éste se echó a correr por el pasillo. El eco de sus menudos
pasos repiqueteó sobre el viejo entarimado y Esteban quedó inmóvil, convencido
de no poder darle alcance. Al volver a su habitación, apiló las cajas aún
dispersas por el suelo, las empujó al interior del cuartucho y cerró la puerta con rabia. El sudor le empapaba
sienes y espalda como si hubiese realizado un gran esfuerzo. Luego cogió la
botella de la mesilla, pero cuando estaba a punto de llevársela a la boca, la
arrojó contra la pared. Contempló fascinado cómo resbalaba por el papel
pintado, gota a gota, su contenido oscuro y una lluvia de cristales se esparcía
sin ruido lanzando mil destellos a la luz del sol.
-¡Se acabó! ¡Esto
se acabó!
Y su grito
desesperado tuvo el efecto de una plegaria que le devolvió la cordura.
Ya está publicada la 2ª edición de mi nuevo poemario, "El Vértigo del Tiempo". "La Danza del Espíritu" es mi última novela. Es un thriller como fondo de una historia de amor. Y se acaba de reeditar la primera parte de esta historia, "La Conjura de los Sabios". Se pueden leer por separado, pero se entienden mejor juntas.
TU NOMBRE
Antes de que nacieras tu nombre no existía
y ahora que ya no estás monótono se escucha
como el repiqueteo de campanas en la
iglesia del pueblo.
Puede que su sonido pretenda recordar
a la diosa Artemisa, con la que competías
en belleza.
Porque un nombre sugiere, atesora u oculta
mil y una peripecias igual que la
proustiana magdalena.
Enero, tú lo sabes, para mí es nacimiento
y abril es despedida.
Una palabra evoca el viaje a la playa en
un seiscientos,
destruye una mañana afortunada,
o devuelve a tus ojos la sorpresa de aquel
primer encuentro.
¿Cuál es la fuerza que se encierra en las
letras
ligadas al azar desde el alba del tiempo?
¿Existe certidumbre del sonido si no hay nadie a la escucha?
¿Acaso oímos los ecos del silencio?
¿Qué gráfico se dibuja en las ondas cuando dices te quiero?
Las letras de tu nombre amputan mis ideas
y ensangrientan mi mente,
igual que se enrojece el horizonte
cuando el sol desfallece.
Ya está publicada la 2ª edición de mi nuevo poemario, "El Vértigo del Tiempo". "La Danza del Espíritu" es mi última novela. Es un thriller como fondo de una historia de amor. Y se acaba de reeditar la primera parte de esta historia, "La Conjura de los Sabios". Se pueden leer por separado, pero se entienden mejor juntas.
BESOS
Se amaron y se
odiaron en su justa medida.
Copularon,
riñeron y buscaron sus bocas
hasta agotar caricias,
que no siempre
suponen la delicia que cuentan.
Porque un día
sus besos se tornaron apáticos,
distraídos, forzados,
como de compromiso,
de simple
despedida,
o igual que una
bufanda mojada por la escarcha.
Y un día de
difuntos coincidieron
con un ramo de
flores en el cementerio.
"Aquí yace
un amor entumecido
por ósculos de
hielo".
Y los dos se
miraron.
Y no se
conocieron.
Pero sus bocas
díscolas, rebeldes,
parodiaron el
gesto de unos besos.
Ya está publicada la 2ª edición de mi nuevo poemario, "El Vértigo del Tiempo". "La Danza del Espíritu" es mi última novela. Es un thriller como fondo de una historia de amor. Y se acaba de reeditar la primera parte de esta historia, "La Conjura de los Sabios". Se pueden leer por separado, pero se entienden mejor juntas.
NO
SÉ POR QUÉ HE VENIDO
quiero pensar que con la
luna llena,
al aire libre, encima de
la tierra.
Me hicieron sin cuidado,
apasionadamente,
con todas las carencias y
la prisa,
con cargos de conciencia
y sin cargas fiscales,
en silencio, en lo
oscuro,
descubriendo el placer de
lo prohibido,
como un beso robado.
Me hicieron sin querer,
inadvertidamente,
y se plegaron tristes a
mi advenimiento.
Y yo arrasé las
normas,
descubrí los
secretos,
traicioné las
promesas
y derribé las
costumbres impuestas.
No llegué en buen momento,
fui más bien un
tropiezo inesperado,
la china en el zapato en
un paseo,
un apagón de luz
en una fiesta.
Tengo que averiguar por qué he venido,
ya que aún no comprendo qué
urgencia me movió
para comparecer en este
mundo errático.
Ya está publicada la 2ª edición de mi nuevo poemario, "El Vértigo del Tiempo". "La Danza del Espíritu" es mi última novela. Es un thriller como fondo de una historia de amor. Y se acaba de reeditar la primera parte de esta historia, "La Conjura de los Sabios". Se pueden leer por separado, pero se entienden mejor juntas.
María José Collado me ha honrado con este premio y contesto a sus preguntas con mi más profundo agradecimiento. Soy muy torpe para esto. Espero hacerlo bien.
1¿Qué personas te alentaron a escribir o influyeron en ello?
Llevo escribiendo desde que era pequeña. Cuentos, novelas o mis propios pensamientos. En mi familia nadie se dedicaba a nada parecido, así que no sé quién pudo animarme.
2¿Por qué abriste un blog?
Comencé a escribir poesía, que nunca lo había hecho, y me pareció un buen medio. Ahora estoy a punto de publicar mi primer poemario.
3¿Te identificas con algún personaje de ficción?
Cuando era jovencita me encantaba el personaje de Jo de Mujercitas (Louise May Alcott) jajaja, ahora no sabría contestar esa pregunta.
4 Tus escritores favoritos.
Ahora mismo me encanta Murakami, Cortázar, Galeano, Paul Auster, pero mis gustos cambian. Tienen que ver con el momento que vivo.
5 Libros preferidos
"El péndulo de Foucault" de Umberto Eco, "Un mundo feliz" de Huxley, "1Q84" de Murakami. Son tantos...
6¿Escribes con asiduidad?
Prácticamente a diario.
7¿Has asistido a talleres literarios?
No, nunca.
8¿Cuándo comenzaste a escribir?
Lo he contestado en la primera pregunta. Creo que comencé a escribir al tiempo que comenzaba a leer y en realidad a vivir. Como profesional, escribí mi primera novela para la radio a los 20 años.
9¿Con qué género te identificas más?
Me gusta el realismo mágico en la novela y también el ensayo. Pero sobre todo la poesía .
10¿Tienes alguna recomendación que hacerle a quien comienza a escribir?
Que no piense en agradar al lector ni en seguir las modas. Ha habido épocas en que todos escribían sobre templarios, otras en que se recreaban ficciones históricas. Lo mejor es ser uno mismo y dejar que sea el corazón quien te dicte la historia.
11¿Algún libro que hayas releído?
Los hermanos Karamazov, La Iliada, algunas partes de El Quijote... Suelo releer los libros que me han impresionado.
Ya está publicada la 2ª edición de mi nuevo poemario, "El Vértigo del Tiempo". "La Danza del Espíritu" es mi última novela. Es un thriller como fondo de una historia de amor. Y se acaba de reeditar la primera parte de esta historia, "La Conjura de los Sabios". Se pueden leer por separado, pero se entienden mejor juntas.
LO
IMPOSIBLE
es detener el curso de
las nubes,
olvidar aquellos ojos
húmedos,
taladrantes, lejanos,
en un patio tranquilo de
la Alhambra,
y a la meiga de Coiro
diciendo “tú ya sabes”
sin dejar de mirarme.
Conseguir lo imposible es
salir al jardín
para verte de nuevo
abrazada a tu encina,
escuchar otra vez la risa
incontenible de la abuela,
callejear con pasos
diminutos el camino más largo
o salmodiar a dúo
con mi madre la tabla del ocho.
Conseguir lo imposible es
crear nuevos mundos
donde no haya un esclavo
y donde los caínes
escojan por su cuenta
el exilio a la luna como hogar permanente.
Volver a acurrucarme
arropada en tus brazos,
borrar los adjetivos que
promuevan el odio
y fundir en las fraguas
el metal de las armas.
Conseguir lo imposible es
trasladar montañas
como ensayo de mi omnipotencia,
ignorar las barreras y
los miedos,
que yo misma he creado protegiéndome
y cambiar el incapaz
vocablo
por un POSIBLE duradero.
Estable.
Ya está publicada la 2ª edición de mi nuevo poemario, "El Vértigo del Tiempo". "La Danza del Espíritu" es mi última novela. Es un thriller como fondo de una historia de amor. Y se acaba de reeditar la primera parte de esta historia, "La Conjura de los Sabios". Se pueden leer por separado, pero se entienden mejor juntas.
LA NOCHE
He hablado con la noche y me ha contado
que no aguanta las sombras.
Se ha vestido de luna pues es muy
reservada
y supone una fiesta para ella
el hacer confidencias.
Me ha dicho que la luz la sobrevive
aunque ella no la vea
y que en el plenilunio borra la oscuridad
en que se encuentra inmersa.
Se ha colado en los sueños de durmientes.
Muchos son pesadillas presididas
por cristos torturados desde sus
crucifijos.
Arropa a las hetairas con pálidos neones
y reparte cartones
para hoteles de infinitas estrellas.
Dice que también charla con borrachos
y con desesperados que se asoman
a pretiles sin fondo.
Enjuga alguna lágrima tan negra como
asfalto
y premia con orgasmos y con llantos de
niños
a parejas insomnes que aguardan la mañana.
Y esta última palabra ejecuta la magia
y la luz desvanece a la noche perpleja.
Mientras huye al oeste me grita con voz
ronca
que la espere, que vuelve,
que sólo en la negrura más profunda
valora el invidente la claridad ansiada.
Ya está publicada la 2ª edición de mi nuevo poemario, "El Vértigo del Tiempo". "La Danza del Espíritu" es mi última novela. Es un thriller como fondo de una historia de amor. Y se acaba de reeditar la primera parte de esta historia, "La Conjura de los Sabios". Se pueden leer por separado, pero se entienden mejor juntas.
EQUILIBRIOS
En el corto camino,
que la lleva al colegio,
que la lleva al colegio,
no puede pisar raya.
O debe caminar por el bordillo,
como un funambulista
por la cuerda del circo.
Sin red.
Sin protección.
En precoz desafío ante el peligro.
Y todo es percibido como un juego.
Un juego de rayuela en el abismo.
Aventurado, ignoto.
Reiterada parodia de la vida.
Ya está publicada la 2ª edición de mi nuevo poemario, "El Vértigo del Tiempo". "La Danza del Espíritu" es mi última novela. Es un thriller como fondo de una historia de amor. Y se acaba de reeditar la primera parte de esta historia, "La Conjura de los Sabios". Se pueden leer por separado, pero se entienden mejor juntas.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
-
SECRETA VISITANTE Secreta visitante, oculta entre las alas de la noche, las saetas doradas se colocan y anuncian ...
-
LOS DÍAS DEL PASADO Eran días aquellos carentes de memoria de bombas asesinas y besos suicidados desde las azoteas. Eran d...
-
PREGUNTAS Yo tenía ya dieciséis años y estaba próxima la fiesta de Reyes. Seguramente mi madre no sabía qué...
-
LA ESPERANZA Si no creyera en la esperanza... (Silvio Rodriguez) Foto Gabriel Tizon La pobreza se extiende como el vómito agr...
-
OTROS TIEMPOS Vivo en tiempos oscuros tallados por el hombre en el asfalto. Tiempos negros de cólera que cierran cualquier ví...
-
A NORA Cuando llega la Vida y compite en colores con la aurora y despierta pasiones y forma remolinos en el aire como el ave ...
-
MUJER Hoy quiero recordar a todas las que sufrieron. A aquellas que mataron. A las que violaron cuando ellas les negaban su...
-
Escapé de los tigres, alimenté a las chinches, comido vivo fui, por las mediocridades. BERTOLT BRECHT EL MIEDO PARALIZA ...
-
PALESTINA Hoy se ha parado el mundo y me ha dejado al borde del abismo. Torrenteras de lágrimas han ido conformando lagos lleno...
-
QUÉ RENTABLE ES EL MIEDO Qué rentable es el miedo. Oleadas de pánico recorren las esquinas, taponan las fronteras y las encrucij...