MUNDOS
Hay
mundos en que el sol no ha amanecido
y el mar
es una valla en la autopista.
Mundos
que han olvidado la ternura
creyendo
que era inútil desperdicio.
Hay
crueldades presas en la esclerótica
de un
niño abandonado,
muertes
santificadas por priostes traidores
que
echaron en su hucha más de treinta monedas
y charcos
en el suelo que apenas si reflejan
un cielo
de tormenta.
Hay rosas
que sepultan cuchillas asesinas
en sus pétalos
lívidos,
y vergüenzas
vestidas de domingo de Ramos,
como el
niño que estrena unos zapatos nuevos.
Mundos
desconocidos, familiares, ajenos,
armónicos
o trágicos, pero siempre distintos.
Mundos
encarcelados en lo más insondable
del
corazón humano.